Como entrenador, se tiene bien claro que en los entrenamientos de fútbol para niños, no todos aprenden igual. En principio, el entrenamiento muestra una visión general del comportamiento del grupo, pero a nivel individual la cosa cambia.
Para el fútbol base, tener entrenadores con vocación docente supone una bocanada de aire fresco para adaptar los métodos de enseñanza en el fútbol a los jugadores y potenciar la formación de los chicos y chicas.
Dependiendo de la categoría, encontraremos algunos entrenamientos beneficiosos que para otras supone un salto atrás. Veamos, pues, en qué puntos enfocarnos y en cuáles no.
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¿Qué vamos a ver en el artículo?
Enfoque de la instrucción
Para empezar, el deporte para niños debe incluir dos puntos clave: formación y diversión. El fútbol base no escapa de esto. Aquí se forma en valores a los niños, además de aprender a respetar las reglas, obedecer a los árbitros y desarrollar disciplina.
A su vez, especialmente para aquellos entre las categorías benjamín e infantil de fútbol base, la instrucción debe orientarse hacia la diversión. Los niños y niñas en edades formativas aprenden mucho más fácil a través de juegos y actividades lúdicas.
Mientras los niños van creciendo, sus cerebros también lo hacen y los entrenadores tendrán que adaptar el enfoque de la instrucción de acuerdo a las edades.
Es aquí donde encontramos dos enfoques dentro de la enseñanza del fútbol:
Recreativo — formativo
Este enfoque pone como prioridad la formación integral de los jugadores. Aquí se aprovecha el fútbol, y el deporte para niños en general, como el medio para formar individuos.
La finalidad no es la práctica del fútbol en sí, sino promover a través de los métodos de enseñanza en el fútbol áreas psico-sociales, técnico-táctico, entre otros.
Algunos entrenadores de fútbol base suelen usar este enfoque más para formar jugadores en el juego limpio, respetuosos de las decisiones del colegiado y hábiles en la técnica.
Este enfoque, de buenas a primeras, encaja dentro de las categorías benjamín, alevín, infantil y cadete.
Competitivo
El enfoque competitivo tiene como finalidad la promoción del fútbol. Resaltan las cualidades físicas, técnicas y psicológicas de los jugadores con el objetivo de impulsar la práctica de éste deporte.
Es común encontrar esta visión en las categorías cadete y juvenil del fútbol base y a partir del fútbol de ascenso es la más predominante.
Hay que resaltar que la categoría cadete conforma niños de 14 y 15 años, la etapa de transición hacia la adolescencia.
Cambios físicos y mentales ocurren en este periodo, por lo que se tiene que aprovechar parte del enfoque recreativo — formativo e ir introduciendo un enfoque competitivo.
Muchos expertos en el fútbol de categorías inferiores concuerdan que una formación integral debe incluir elementos del enfoque recreativo — formativo y del competitivo.
Una observación común está en la predominancia del enfoque recreativo — formativo en escuelas de fútbol, colegios e institutos, mientras que los clubes y algunos institutos fomentan el enfoque competitivo.
¿Cómo aprenden los niños y niñas?
Esta pregunta la tendrán bien respondida aquellos entrenadores que se iniciaron como profesores de educación física. Pero, vamos, no es tan complicado como parece.
En el terreno de prácticas, lo que diferencia a los buenos entrenadores de fútbol base es saber que en los entrenamientos de fútbol para niños, no todos aprenden igual. Hay que conocer muy bien a nuestros jugadores para potenciarlos mejor.
Gracias a los estudios en educación física en el deporte para niños, incluido el fútbol, se siguen tres pasos fundamentales para aprender una disciplina deportiva.
Estos pasos, seguidos en orden, siguen la secuencia de observación, asimilación y retroalimentación.
La observación implica que el entrenador, o el docente, explique con palabras simples y ejecute la acción que los jugadores realizarán. Aquí, los niños se hacen una imagen de lo que tienen que poner en práctica.
En la asimilación, el jugador ya va encontrando formas en como ejecutar la acción, sea un pase, un disparo o cualquier otra jugada, y lo hace basándose en lo que ya conoce. Básicamente, el jugador adapta la técnica a su propia manera de ejecutarla.
Para la retroalimentación, tanto el entrenador como el jugador comparten información sobre la manera de mejorar errores en la ejecución. Es muy importante que el entrenador escuche bien a su jugador.
Aprendiendo de manera divertida
Conociendo los tres pasos fundamentales sobre como el jugador aprende, ya podemos hablar sobre los métodos de enseñanza en el fútbol.
Algunos entrenadores prefieren poner en práctica las acciones por individual para luego ponerlas en práctica en los entrenamientos. En otras palabras, se busca enseñar la técnica de manera aislada para luego ponerla en el terreno de juego.
Otros suelen simular situaciones de juego en donde se pone en práctica la técnica. Por ejemplo: tiros libres con barrera, saques de esquina, pases a distancia, entre otros.
La opción de simular situaciones de juego es la más usada por la ventaja que lleva. Además de entrenar la técnica, el jugador pone en uso su intelecto para buscar soluciones, desarrolla su creatividad e imaginación para crear situaciones de juego.
Esto nos lleva a entrar en dos tipos de métodos de enseñanza en el fútbol, el analítico y el grupal.
Método analítico
Sabiendo que en los entrenamientos de fútbol para niños, no todos aprenden igual, surge esta vertiente que complementa la formación técnica del jugador individual.
El método analítico consiste en que el jugador practique las técnicas y ejercicios, por individual, de situaciones de juego.
Veámoslo como una sesión de estudio preparativa. A pesar que el jugador practica aislado de una situación real de juego, ayuda a aquellos que tienen dificultad para seguir el ritmo del grupo.
Método grupal
Este método consiste en poner los jugadores en sesiones de entrenamiento de 3 contra 3 o 4 contra 4. Simula una situación de juego real, y es el preferido por casi todos los jugadores.
Se pone en práctica las habilidades físicas y mentales al enfrentarse contra un adversario real. Es aquí donde, en el fútbol base, se descubren las posiciones predilectas para potenciar a los jugadores.
No obstante, hay un punto que no hay que dejar a un lado. Nunca hay que descuidar el lado divertido de los entrenamientos.
Para benjamines, alevines e infantiles se debe mantener el ámbito lúdico de los entrenamientos. Recordemos que estos chicos y chicas aún siguen estando en la infancia hasta dar el salto a cadete.
A partir de la categoría de cadetes se tiene que emplear un modelo mixto entre lo lúdico y lo táctico, haciendo un poco más de énfasis en lo táctico. En estas edades está ocurriendo la transición hacia la adolescencia y el cerebro de los individuos ya aprende de manera un poco más abstracta.
Plantear desafíos
Llegados a este punto ya podemos tener una idea de los tipos de entrenamientos adecuados para los niños del fútbol base dependiendo de su categoría.
A modo general, en el deporte para niños debe predominar el ambiente entretenido, lleno de juego y dinámica. Benjamines, alevines e infantiles entran en este marco.
Con un enfoque recreativo — formativo y usando métodos grupales, se preparan entrenamientos típicos como un encuentro de 1 contra 3, pase al compañero, entre otros.
Pero como en los entrenamientos de fútbol para niños, no todos aprenden igual, hay que observar muy bien cuando usar el método analítico para aquellos que no llevan el ritmo del grupo.
Aquellos en categoría de cadetes y juveniles requieren un método mixto entre analítico y grupal y con un enfoque competitivo. Por lo general, aquellos que buscan continuar en una carrera profesional alcanzan la categoría juvenil para entrar en el ascenso.
En el modelo mixto, para estas categorías debe predominar el método grupal y organizar entrenamientos con frecuentes simulaciones de juego. Prácticas de 4 versus 4 en sitios pequeños.
Se debe velar por que los jugadores se diviertan durante las prácticas y brindar todo el apoyo posible a aquellos que vean que no rinden al igual que el resto de sus compañeros.
El entrenador de fútbol base debe plantear desafíos a sus jugadores, retos acordes a su nivel que luego irá aumentando progresivamente.
Es muy importante que se lleve constancia del progreso de los jugadores, así también se ayuda a la motivación y la aceptación de cada jugador en el grupo, evitando preferencias y malentendidos que lleven a algún potencial conflicto en el vestuario.
Consideraciones finales
Ahora está más que claro que en los entrenamientos de fútbol para niños, no todos aprenden igual. Hay que tener buen ojo y conocer muy bien las necesidades de los jugadores.
En el fútbol base, cada categoría obedece distintas necesidades por la naturaleza de cada grupo etario.
Es así como los entrenamientos deben estar enfocados en una visión formativa y recreativa para las categorías de benjamín a cadete, incorporando a los jugadores en actividades grupales bajométodos de enseñanza de esta índole.
Y prestar atención a aquellos cuyo rendimiento no esté a la altura del grupo. En este caso se debe aplicar un método analítico e individual para reforzar al jugador e incorporarlo lo más pronto posible al resto del equipo.
Para luego, ya en categorías de cadete y juveniles, adentrarse en un enfoque competitivo. Manteniendo el ánimo entretenido y de formación para así potenciar de manera positiva a nuestros jugadores.
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